El World Economic Forum en la edición 2022 de su Global Risk Report examinó los riesgos globales en cinco categorías: económicos, ambientales, geopolíticos, sociales y tecnológicos, donde algunos de ellos han dado forma a tendencias mundiales como la “crisis de salud”, ocasionada principalmente por la pandemia por el virus SARS-CoV2 y la “emergencia climática”, confirmada en agosto de 2021 por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) en su Sexto Informe de Evaluación, las cuales afectan los sistemas humanos y naturales, la biodiversidad, las comunidades y países de todos los continentes y, por ende, el cumplimiento de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Al respecto, con motivo de la pandemia, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUD) estima que se revirtió cualquier progreso realizado en la reducción del consumo de plástico de un solo uso, en relación con lo anterior, en enero de 2022, un equipo internacional de investigadores publicó un artículo científico que nos muestra los impactos que generan los productos químicos sintéticos (incluidos los plásticos) donde destacan que la contaminación generada por plásticos se ha incrementado debido al aumento en la producción y generación de residuos plásticos y, en consecuencia, también se han incrementado las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se generan a lo largo de la cadena de productos que incluyen este material, agrega, que la producción y generación de residuos plásticos ha superado las capacidades de evaluación y monitoreo por lo que hemos transgredido un límite planetario más, el que corresponde a “Contaminación química y liberación de nuevas entidades”.
Entonces, podemos advertir que es innegable que existe una interconexión entre la crisis de salud, la actividad humana, la emergencia climática y la justifica social, donde la contaminación por plástico es uno de los principales actores; el Global Plastics Outlook, publicado en febrero de 2022 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nos muestra el estado actual de la contaminación por plásticos donde se estima que el COVID-19 aumentó los desechos plásticos de un solo uso y que la huella de carbono del ciclo de vida de los plásticos es significativa, ya que contribuyen al 3,4% de las emisiones mundiales de GEI.
Los esfuerzos para combatir la contaminación por plástico deben ser implementados por todas y todos (personas, empresas, organizaciones y gobiernos), algunos ejemplos de ello, son:
1. El objetivo que se fijó el World Wildlife Fund (WWF) de «Ningún plástico en la naturaleza para 2030″;
2.El Global Commitment dirigido por la Ellen MacArthur Foundation (EMF), en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Global Plastics Pact, también de la EMF, a través de los cuales las empresas y gobiernos se comprometen a cambiar la forma en que producimos, usamos y reutilizamos el plástico;
3.El Standard GRI:306: RESIDUOS 2020, emitido por la Global Reporting Initiative (GRI) el cual puede ser utilizado por empresas y organizaciones de cualquier tamaño, tipo, sector o ubicación geográfica que desee informar sobre la composición de los residuos (entre los que se encuentran materiales plásticos);
4. Los trabajos que coordina y dirige Ocean Conservancy que con la participación de cientos de miles de voluntarios se combate la contaminación por plásticos de los océanos,
5. La alianza mundial denominada Plastic Pollution Coalition, dondemás de 1200 organizaciones, empresas y líderes intelectuales en 75 países que trabajan por un mundo más justo y equitativo libre de contaminación plástica y su impacto tóxico en humanos, animales, vías fluviales, el océano y el medio ambiente, y
6. La resolución histórica del pasado 2 de marzo de 2022 titulada Poner fin a la contaminación plástica: hacia un instrumento legalmente vinculante que representantes de 175 Estados Miembros de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) adoptaron, en su Quinta Sesión celebrada en Nairobi, Kenia, donde establece la creación de un Comité Intergubernamental de Negociación con la ambición de completar un proyecto de acuerdo global legalmente vinculante contra la contaminación por plásticos para fines de 2024 que refleje diversas alternativas para abordar el ciclo de vida completo de los plásticos, el diseño de productos y materiales reutilizables y reciclables, y la necesidad de una mayor colaboración internacional para facilitar el acceso a la tecnología, el desarrollo de capacidades y la cooperación científica y técnica.
La solución a la contaminación por plásticos se localiza en un cambio sistémico hacia una economía circular para lograr una producción y consumo sostenibles, donde: i) se eliminen los plásticos problemáticos o innecesarios, ii) los insumos de materiales para plásticos sean seguros, reciclados o renovables, iii) los plásticos se reutilicen más y iv) los plásticos se reciclen o composten al final de su uso, a través de la cual se logren reducir en un 39% las emisiones mundiales de GEI.
Fotografía por Volodymyr Hryshchenko en Unsplash